Tratamiento con Lidocaína al 0.375%

Escrito por el Dr. Pablo Koval, médico especialista en Medicina para la Autoorganización.


Impulsos de lidocaína facilitadores de la autoorganización

Este tratamiento, aunque sin la concepción actual, fue descrito inicialmente por el profesor Alexander Vischñevsky, discípulo de Pavlov (premio Nobel), aproximadamente en 1920 en la ex Unión Soviética y desarrollado por los Dres. Walter y Frederic Huneke en Alemania en 1925. En la fecha Alemania, Austria y Colombia son los países en donde más se utiliza. La concepción actual se debe a los aportes del Dr. Julio César Payán de la Roche, de Colombia.

En medicina, la lidocaína al 1, 2, 4, 5 ó 10 % se usa como agente anestésico local: para pequeñas cirugías, para anestesia peridural o raquídea, para bloqueos periféricos, para aplicar en las encías, en odontología, para las hemorroides, para hacer endoscopías digestivas o bronquiales o para infiltraciones. La lidocaína se emplea también para tratar ciertas arritmias cardíacas. La lidocaína, en general, se usa asociada a adrenalina (epinefrina) para aumentar la duración de su efecto anestésico, una sustancia que puede causar arritmias por estimulación cardíaca, o a un corticoide (cortisona), poderoso antiinflamatorio que puede causar úlceras digestivas, osteoporosis, trastornos psiquiátricos, alteraciones metabólicas u hormonales, diabetes, retención de líquido, aumento de la grasa corporal, etc.

Nosotros usamos lidocaína muy diluida en solución fisiológica al 0.375% sin ningún agregado. En esa concentración tan débil no produce anestesia sino que actúa como impulso para la autoorganización, regulando al sistema nervioso. Es decir que en una concentración menor adquiere la propiedad de un fármaco diferente. Es como el caso de la aspirina, 500 ó 1000 mg sirven para calmar un dolor de cabeza, 100 mg no alivian la cefalea pero sirven para inhibir la adhesividad plaquetaria (evita que se formen coágulos). Al usar la lidocaína tan diluida, sin agregados, sin adrenalina ni corticoide, no ocurren efectos secundarios.

Muchas personas, incluso algunos médicos, dicen: "¡ah!, lidocaína, es anestesia, pasa el efecto y se acabó". La realidad es completamente diferente. La lidocaína al 0.375% aplicada en lugares específicos modifica el estado del sistema nervioso en el lugar donde se aplicó y por ende actúa sobre la totalidad del organismo. El sistema nervioso es una red interactiva, sumamente dinámica y versátil; un estímulo en un punto de la red se difunde abarcándola toda, a su vez cada punto se comunica con los demás enviando y recibiendo información, consecuentemente con cada estímulo cada punto de la red se modifica y ésto ocurre permanentemente. Es un sistema ubicuitario que a través de la sustancia intercelular interactúa con cada una de las células, de cada órgano y de cada estructura. La lidocaína al 0.375% actúa como estímulo.

¿De qué modo la lidocaína o la procaína modifica al sistema nervioso? Lo que hace es normalizar el estado eléctrico de las membranas celulares alteradas del tejido nervioso relacionado con áreas enfermas, lesionadas o cicatrizadas, que de ese modo recuperan su vitalidad.

¿Qué beneficio aporta la revitalización de áreas enfermas, lesionadas o cicatrizadas? Cuando el tejido enfermo, lesionado o cicatrizado recupera su vitalidad deja de interferir al resto del organismo y éste empieza a funcionar armónicamente. Es decir facilita la autoorganización del sistema.

Localmente la lidocaína actúa durante 1-2 hs pero su efecto terapéutico puede durar días, meses o indefinidamente. ¿Por qué? Porque lo que se mantiene es el nuevo estado de organización que logra el organismo tras el estímulo, pese a que el medicamento haya desaparecido mucho tiempo atrás. De la gravedad del desequilibrio depende el número de aplicaciones necesarias. Con cada aplicación la duración del efecto se extiende hasta llegar en la mayoría de los casos a la resolución del problema.

La lidocaína en la concentración señalada y en las dosis que empleamos no produce efectos secundarios, es decir no causa intoxicación, alergia, daño renal, hepático, cerebral, etc. La lidocaína al actuar como estímulo inespecífico puede causar reacciones (no complicaciones). Son reacciones de autoorganización ecológica que hace el organismo en respuesta a ese estímulo y que habitualmente señalan la existencia de algún trastorno preexistente. Las reacciones pueden consistir en fiebre, gripe, dolor de garganta, diarrea, expectoración, flujo vaginal, etc. Esas reacciones son útiles para el organismo porque sirven como "limpieza" y permiten orientar la continuación del tratamiento.