Dolor en las piernas

DOLOR Y AFLOJAMIENTO DE LA RODILLA / DOLOR EN EL TALÓN Y PLANTA 

4 Casos clínicos tratados por el Dr. Pablo Koval, médico especialista en Medicina para la Autoorganización, Argentina. 

Caso 1: ¿Dolor circulatorio? ¿Claudicación intermitente?

Consulta inicial: Mujer de 66 años que observaba desde un año atrás dolor en las pantorrillas tras caminar 500-600 metros. Relató que para aliviar su dolor debía detenerse para luego poder reanudar la marcha. Con el tiempo el dolor empezó a aparecer ya a los 200-300 metros. Esto se asociaba con calambres nocturnos que la despertaban. Para aliviarse debía incorporarse y caminar unos metros por la habitación.

Fue estudiada con Doppler y arteriografía pues sus médicos sospecharon un problema circulatorio (claudicación intermitente). Los estudios fueron normales.

Como único antecedente de importancia había tenido un parto muy traumático a los 38 años de edad.

Examen y tratamiento: Cuando fue examinada en este consultorio, detectamos focos dolorosos en los músculos gemelos y sóleos de ambas piernas. Al ejercer presión sobre un punto doloroso en el gemelo interno de la pierna izquierda se desencadenó el dolor tipo calambre que experimentaba por la noche. Inicialmente se efectuó una aplicación ginecológica por vía suprapúbica, obteniéndose una importante respuesta. El procedimiento se repitió a las dos semanas por persistencia del dolor pero de menor intensidad y duración. Ya podía caminar unos 1000 metros. Como dos semanas después persistían los síntomas aunque muy levemente se procedió al tratamiento de modulación neuromuscular de las estructuras afectadas.

La recuperación fue completa.

Discusión: No siempre el dolor en las pantorrillas al caminar se debe a un trastorno circulatorio. Un campo interferente, en este caso ginecológico, había determinado la aparición de trigger points en los músculos de las pantorrillas. El tratamiento combinado facilitador de la autoorganización permitió resolver el problema.

Caso 2: Dolor e inestabilidad en la rodilla derecha vinculado con cirugía de la próstata.
(diagnosticado como portador de una neuropatía diabética)

Hombre CG, de 75 años que presentaba dolor e inestabilidad en la rodilla derecha desde hacía 8 meses con importante dificultad para caminar. El paciente es diabético y su médico atribuyó el dolor a una neuropatía diabética. Es un hombre que a pesar de su edad realizaba tareas rudas por vivir en el campo. Como antes de ser operado de la próstata (tumor benigno) no tenía ningún dolor, se sospechó que el área de la próstata estaba actuando como campo interferente.

La primera aplicación se efectuó en el área de la próstata. A los 5 días comenzó a experimentar una mejoría parcial para caminar. El dolor se hizo más notable en la cara externa de la rodilla.

Diez días después se efectuó una segunda aplicación en el área de la próstata y se encontró que el músculo tensor de la fascia lata estaba afectado (este músculo puede provocar dolor en la cara externa de la rodilla). Se aplicó modulación neuromuscular. Tras esta aplicación el paciente recuperó totalmente la estabilidad y el dolor desapareció.

Comentario: las intervenciones quirúrgicas pueden actuar como campo interferente y causar con el tiempo dolor en cualquier parte del cuerpo. Es común que el compromiso muscular sea secundario a la irritación del sistema nervioso causado por el campo interferente. Un problema en una pierna en un paciente diabético, no siempre es una neuropatía.

Caso 3: Dolor en los talones y plantas. "Fascitis" plantar por muelas de juicio interferentes

Hombre de 25 años que consultó por fascitis plantar. Presentaba dolor en plantas y talones y gemelos agarrotados. Sin respuesta a ningún tratamiento.

Tras un exhaustivo examen se llegó a la sospecha de que sus muelas de juicio eran interferentes. Es decir que estaban causando problemas a distancia. La aplicación de terapia neural en el área de las muelas de juicio produjo aflojamiento de los gemelos de ambas piernas y desaparición del dolor en el talón y planta del pie.

El procedimiento se realizó en dos oportunidades y la respuesta fue positiva en ambas. Se indicó la extracción de las muelas de juicio. El estado de los gemelos mejoró totalmente y el dolor desapareció. Una semana después de la última extracción apareció cierto grado de tumefacción y dolor en el área donde estaba la muela. Este hecho llamativamente se asoció con reaparición de los síntomas en los pies. La aplicación de terapia neural en el área inflamada resolvió el problema definitivamente.

El diagnóstico de fascitis era incorrecto.

Caso 4: Severa restricción del movimiento por dolor en la región lumbar y miembro inferior izquierdo de causa ginecológica

Consulta inicial: mujer de 33 años que comenzó con dolor lumbar agudo, sin irradiación al miembro inferior, en su séptimo mes de embarazo. Hasta el nacimiento de su hijo el tratamiento se limitó a reposo que le daba cierto grado de alivio. Posteriormente como seguía con el dolor, estudios de resonancia magnética nuclear pusieron en evidencia una pequeña hernia del disco L5-SI y notable rectificación de la curvatura lumbar. Recibió diferentes tratamientos, analgésicos, miorrelajantes, kinesioterapia, varios neurocirujanos consultados sugirieron cirugía.

Nos consultó 7 meses después del parto con severa dificultad para caminar y flexionar el tronco, así como trastorno del sueño por dificultad para encontrar posición en la cama y un estado de descompensación psicológica por la imposibilidad de atender adecuadamente a su hijo.

En esta persona la irritación del sistema nervioso que generó el dolor muscular fue el embarazo.

Examen y tratamiento: tenía puntos dolorosos en la musculatura paravertebral izquierda, en los músculos glúteo menor, mayor, gemelo interno, flexor común de los dedos del pie y sóleo del miembro inferior izquierdo.

En la primera sesión, para tratar la causa irritativa, se efectuó una aplicación en el área del pubis que permite acceder al sistema nervioso regional. La respuesta fue inmediata con alivio del dolor y recuperación de la flexión. En las siguientes sesiones se trataron las diferentes estructuras musculares comprometidas con modulación neuromuscular y se repitió el tratamiento ginecológico en total en tres oportunidades. La mejoría se produjo en forma progresiva tras cada sesión y fue dada de alta sin dolor y con recuperación completa de la capacidad funcional y psicológica y sin tratamiento farmacológico. Tiempo de control 18 meses.