Dolor hombro-mano

HOMBRO CONGELADO/ ENFERMEDAD DE SUDECK/ DISTROFIA SIMPÁTICA REFLEJA/ SÍNDROME DOLOROSO REGIONAL COMPLEJO/ CAPSULITIS ADHESIVA/ PERIATRITIS/ FIBROSIS SUBACROMIAL/ TENDINITIS BICIPITAL/ ARTRITIS O CONDRITIS ACROMIOCLAVICULAR/ TENDINITIS DE MANGUITO ROTADOR/ SUBLUXACIÓN RECIDIVANTE.

Escrito por el Dr. Pablo Rubén Koval, médico especialista en Medicina para la Autoorganización, Argentina.

Dolor hombro-mano

El término hombro congelado describe un complicado cuadro clínico que puede observarse tras un traumatismo, fractura, cirugía, artroscopía o inmovilidad de la extremidad superior y que se caracteriza por importante dolor espontáneo y con el movimiento, pérdida de la movilidad, edema, cambios en la textura, temperatura y/o color de la piel, osteoporosis localizada en la extremidad afectada y finalmente atrofia con pérdida total de la función. Este cuadro se denomina también síndrome hombro-mano, enfermedad de Sudeck, distrofia simpática refleja o síndrome doloroso regional complejo. Se debe a una profunda alteración del sistema nervioso regional y general. Los términos capsulitis adhesiva, periartritis, fibrosis subacromial, artritis acromioclavicular, tendinitis bicipital, tendinitis del manguito rotador, etc. son cuadros clínicos que forman parte del hombro congelado.

El hombro congelado, como cualquier otra enfermedad, no puede analizarse en forma independiente del resto del organismo. El hombro congelado si bien puede aparecer tras ciertos traumas, es el resultado de un proceso que se inicia mucho antes del trauma. Es decir, que para que ocurra hombro congelado deben existir condiciones predisponentes previas, representadas en la forma de campos interferentes.

Problemas de salud persistentes o recurrentes
Campos interferentes

Los campos interferentes ejercen estímulos fuertes sobre el sistema nervioso y pueden dar lugar al establecimiento de problemas de salud persistentes o recurrentes en cualquier parte del organismo. En la misma persona pueden coexistir varios campos interferentes. La medicina clásica no reconoce su existencia.

Los campos interferentes pueden haberse desarrollado en donde, en algún momento de la vida de la persona, hubo: 
> un proceso inflamatorio o infeccioso: amígdalas (faringitis, anginas, difteria, mononucleosis, escarlatina); adenoides; senos de la cara (sinusitis); oídos (otitis); sistema nervioso central (meningitis, encefalitis); hígado (hepatitis); vesícula; páncreas; pulmón; bronquios; estómago; intestino; apéndice; riñón; vejiga (cistitis); próstata; pene (venéreas); ovarios; útero; vagina (infecciones); abscesos; úlceras; etc. 
> una cicatriz por cirugía o herida en piel, mucosa, músculo, víscera, tendón o hueso (fractura). 
> un traumatismo (golpe, caída, agresión física)
> problemas odontológicos: cicatrices de extracciones; una pieza desvitalizada (conducto); compromiso de la pulpa dentaria (nervio) por un arreglo profundo; granuloma; infecciones óseas residuales; quistes; odontomas; procesos inflamatorios o infecciosos presentes o pasados: periodontitis, bolsas gingivales; piezas en posición anómala, retenidas, semi-retenidas, desplazadas o inclinadas; muelas de juicio sanas sin espacio propio o en contacto con el canal del nervio mandibular; piezas embrionarias; restos de raíces; piezas utilizadas como pilares de puentes; metales (implantes, pernos, amalgamas, ganchos, prótesis); endodoncias con sobreobturación del material de relleno que irritan el hueso subyacente; ortodoncia en adultos y trastornos oclusivos (mordida). 
> la memoria corporal de una carga afectiva, emocional o daño psicológico (estrés, pérdida, abuso sexual, tortura, etc.).
> un cuerpo extraño (metal, vidrio, hilo de sutura, talco de los guantes, etc.).

Una vez eliminados los estímulos nocivos provenientes de campos interferentes, las funciones corporales recuperan su normalidad y el organismo inicia su proceso de curación. Muchas veces los cambios son rápidos.

Nuestra tarea es encontrar el origen de la irritación del sistema nervioso y resolverla. El organismo se encargará de su propia curación.

Tratamiento

Ocuparse sólo de una estructura sin prestar atención a los elementos que la rodean, a posibles focos irritativos distantes y a la historia de vida de esa persona, conduce al fracaso de cualquier tratamiento.

La forma de resolver un problema tan complejo no puede basarse en relajantes musculares, analgésicos, antiinflamatorios, corticoides, clonazepán y/o antidepresivos.

La corrección de los problemas locales y distantes, nuevos y viejos, propios de cada persona, sólo puede lograrse con un tratamiento que abarque la problemática en su totalidad. La medicina para la autoorganización mediante terapia neural o modulación neuromuscular cumple este objetivo. La odontología neurofocal también es parte integrante de este nuevo concepto médico. El ozono puede ser un útil complemento terapéutico.

Notas

La subluxación recidivante del hombro es un cuadro clínico que se caracteriza por la salida de lugar de la cabeza del húmero con movimientos o esfuerzos habitualmente bien tolerados. En general el problema se debe a compromiso del músculo subescapular y el tratamiento se realiza mediante modulación neuromuscular, no con cirugía.

El ruido o crujido al mover el hombro suele deberse también a compromiso del músculo subescapular. Su tratamiento mediante modulación neuromuscular permite resolver esa molestia.