Herpes labial-bucal

HERPES GENITAL

Escrito por el Dr. Pablo Rubén Koval, médico especialista en Medicina para la Autoorganización, Argentina.

Herpes labial. Herpes genital.

Tanto el herpes labial como el genital son causados por agentes virales. Se caracterizan por su cronicidad, por la tendencia a reaparecer y por la falta de respuesta a los diferentes tratamientos disponibles.

Para que la función de defensa se mantenga activa, el organismo debe estar sano. Todos los sistemas deben funcionar en forma armoniosa, en un equilibrio que permita la adaptación a cambios y agresiones internos y externos. Una infección es una de las formas que el organismo posee para expresar un desequilibrio, una desarmonía, una pérdida del orden vital. Cuando una parte del organismo se infecta es porque hay un trastorno en el funcionamiento de ese organismo; el orden natural tendiente al estado de salud, por alguna razón se ha perdido. Las infecciones son resultado de un proceso, es decir que ese proceso se inicia en un momento dado de la vida y va creando las condiciones para el desarrollo de una infección. Habitualmente la infección se instala como consecuencia de una irritación del sistema nervioso ocurrida con anterioridad (meses, años), en cualquier lugar del organismo, que finalmente interfiere la capacidad de autoorganización natural. Esa irritación se mantendrá en la memoria del cuerpo hasta tanto no sea corregida mediante tratamiento adecuado.

Una cirugía, un traumatismo, emociones fuertes, un proceso inflamatorio acontecidos en el pasado pueden constituir la irritación inicial y causal de todo el problema actual. Durante la vida se acumulan este tipo de irritaciones, el organismo las va compensando. El estrés o una situación emocional pueden representar el desencadenante en un sistema sobrecargado por otras irritaciones.

La boca o la región genital, como cualquier otra parte del organismo, no pueden ser analizadas independientemente del resto de la persona.

El virus simplemente representa la debilidad del organismo para defenderse. El virus se instala dónde y cuándo puede. La presencia del virus, es decir de la lesión herpética en el labio, en la boca o en la región genital, ocurre sólo cuando las condiciones de la persona impiden una adecuada defensa. No toda persona que contacta con el virus, por ejemplo la pareja sexual, necesariamente se enferma. Si los sistemas de defensa, si el estado general de la pareja están en armonía en un equilibrio de salud, no se contagiará.

Problemas de salud persistentes o recurrentes 
Campos interferentes

Los campos interferentes ejercen estímulos fuertes sobre el sistema nervioso y pueden dar lugar al establecimiento de problemas de salud persistentes o recurrentes en cualquier parte del organismo. En la misma persona pueden coexistir varios campos interferentes. La medicina clásica no reconoce su existencia.

Los campos interferentes pueden haberse desarrollado en donde, en algún momento de la vida de la persona, hubo: 
> un proceso inflamatorio o infeccioso: amígdalas (faringitis, anginas, difteria, mononucleosis, escarlatina); adenoides; senos de la cara (sinusitis); oídos (otitis); sistema nervioso central (meningitis, encefalitis); hígado (hepatitis); vesícula; páncreas; pulmón; bronquios;estómago; intestino; apéndice; riñón; vejiga (cistitis); próstata; pene (venéreas); ovarios; útero; vagina (infecciones); abscesos; úlceras; etc. 
> una cicatriz por cirugía o herida en piel, mucosa, músculo, víscera, tendón o hueso (fractura). 
> un traumatismo (golpe, caída, agresión física)
> problemas odontológicos: cicatrices de extracciones; una pieza desvitalizada (conducto); compromiso de la pulpa dentaria (nervio) por un arreglo profundo; granuloma; infecciones óseas residuales; quistes; odontomas; procesos inflamatorios o infecciosos presentes o pasados: periodontitis, bolsas gingivales; piezas en posición anómala, retenidas, semi-retenidas, desplazadas o inclinadas; muelas de juicio sanas sin espacio propio o en contacto con el canal del nervio mandibular; piezas embrionarias; restos de raíces; piezas utilizadas como pilares de puentes; metales (implantes, pernos, amalgamas, ganchos, prótesis); endodoncias con sobreobturación del material de relleno que irritan el hueso subyacente; ortodoncia en adultos y trastornos oclusivos (mordida). 
> la memoria corporal de una carga afectiva, emocional o daño psicológico (estrés, pérdida, abuso sexual, tortura, etc.).
> un cuerpo extraño (metal, vidrio, hilo de sutura, talco de los guantes, etc.).

Una vez eliminados los estímulos nocivos provenientes de campos interferentes, las funciones corporales recuperan su normalidad y el organismo inicia su proceso de curación. Muchas veces los cambios son rápidos.

Nuestra tarea es encontrar el origen de la irritación del sistema nervioso y resolverla. El organismo se encargará de su propia curación.

Tratamiento

En conclusión, el tratamiento no debe ir dirigido a destruir el virus, sino a poner en armonía los sistemas defensivos de la persona enferma. Es necesario eliminar factores interferentes que bloquean la capacidad defensiva. La medicina para la autoorganización mediante terapia neural cumple este objetivo. La odontología neurofocal también es parte integrante de este nuevo concepto médico.

El ozono puede ser un útil complemento terapéutico.