Dolor y problemas funcionales respiratorios

Escrito por el Dr. Pablo Rubén Koval, médico especialista en Medicina para la Autoorganización, Argentina.

En el aparato respiratorio (nariz, laringe, bronquios, pulmones, pleura), los problemas más frecuentes son falta de aire (disnea), tos persistente, secreción inadecuada de moco, espasmo bronquial (asma), infecciones a repetición.

El dolor y demás síntomas viscerales se deben en general a trastornos en la función, es decir actividad excesiva o disminuida del sistema nervioso vegetativo. Habitualmente los trastornos funcionales de los órganos internos representan el resultado de un proceso, no aparecen de un día para otro. Cuando un problema visceral persiste en el tiempo y no responde a los tratamientos comunes, la causa habitualmente es una irritación del sistema nervioso. En general se trata de irritaciones ocurridas con anterioridad (meses, años), en cualquier lugar del organismo. Con el tiempo, finalmente interfieren la capacidad de autoorganización natural, lo cual se manifiesta con los síntomas señalados en el primer párrafo de este escrito. Esa irritación o campo interferente se mantendrá en la memoria del cuerpo hasta tanto no sea corregida mediante tratamiento adecuado.

Problemas de salud persistentes o recurrentes 
Campos interferentes

Los campos interferentes ejercen estímulos fuertes sobre el sistema nervioso y pueden dar lugar al establecimiento de problemas de salud persistentes o recurrentes en cualquier parte del organismo. En la misma persona pueden coexistir varios campos interferentes. La medicina clásica no reconoce su existencia.

Los campos interferentes pueden haberse desarrollado en donde, en algún momento de la vida de la persona, hubo: 
> un proceso inflamatorio o infeccioso: amígdalas (faringitis, anginas, difteria, mononucleosis, escarlatina); adenoides; senos de la cara (sinusitis);oídos (otitis); sistema nervioso central (meningitis, encefalitis); hígado (hepatitis); vesícula; páncreas;pulmón; bronquios; estómago; intestino; apéndice;riñón; vejiga (cistitis); próstata; pene (venéreas); ovarios; útero; vagina (infecciones); abscesos; úlceras; etc. 
> una cicatriz por cirugía o herida en piel, mucosa, músculo, víscera, tendón o hueso (fractura). 
> un traumatismo (golpe, caída, agresión física)
> problemas odontológicos: cicatrices de extracciones; una pieza desvitalizada (conducto); compromiso de la pulpa dentaria (nervio) por un arreglo profundo; granuloma; infecciones óseas residuales; quistes; odontomas; procesos inflamatorios o infecciosos presentes o pasados: periodontitis, bolsas gingivales; piezas en posición anómala, retenidas, semi-retenidas, desplazadas o inclinadas; muelas de juicio sanas sin espacio propio o en contacto con el canal del nervio mandibular; piezas embrionarias; restos de raíces; piezas utilizadas como pilares de puentes; metales (implantes, pernos, amalgamas, ganchos, prótesis); endodoncias con sobreobturación del material de relleno que irritan el hueso subyacente; ortodoncia en adultos y trastornos oclusivos (mordida). 
> la memoria corporal de una carga afectiva, emocional o daño psicológico (estrés, pérdida, abuso sexual, tortura, etc.).
> un cuerpo extraño (metal, vidrio, hilo de sutura, talco de los guantes, etc.).

Una vez eliminados los estímulos nocivos provenientes de campos interferentes, las funciones corporales recuperan su normalidad y el organismo inicia su proceso de curación. Muchas veces los cambios son rápidos.

Nuestra tarea es encontrar el origen de la irritación del sistema nervioso y resolverla. El organismo se encargará de su propia curación.

Tratamiento

Ocuparse sólo de una estructura sin prestar atención a los elementos que la rodean, a posibles focos irritativos distantes y a la historia de vida de esa persona, conduce al fracaso de cualquier tratamiento.

La forma de resolver problemas tan complejos no puede basarse en medicación que sólo oculta síntomas. El uso de medicamentos como broncodilatadores, analgésicos, corticoides, antibióticos, etc. no resuelve el problema sólo lo controla temporalmente. Además son comunes trastornos y enfermedades asociados al uso de esos medicamentos.

La corrección de los problemas locales y distantes, nuevos y viejos, propios de cada persona, sólo puede lograrse con un tratamiento que abarque la problemática en su totalidad. La medicina para la autoorganización mediante terapia neural y odontología neurofocal cumple este objetivo.