Artrosis de la rodilla
Escrito por el Dr. Pablo Rubén Koval, médico especialista en Medicina para la Autoorganización, Argentina.
La artrosis de la rodilla es en sí un problema morfológico, sin embargo es también la manifestación de un trastorno muy complejo. El tejido normal es reemplazado por otros tejidos que no conservan las forma original de la articulación. Normalmente todos los tejidos, sus células, se renuevan constantemente durante toda la vida y el organismo conserva la forma, no sólo de la rodilla sino de la totalidad del ser. Cuando el organismo no funciona adecuadamente puede ocurrir que no conserve la forma de sus estructuras. El cambio de la forma puede dar síntomas como dolor, inflamación, ruidos, fricción y acumulación de líquido sinovial.
La falta de respuesta a los tratamientos convencionales es que la artrosis de rodilla no es un problema de la rodilla, sino un problema que afecta a la totalidad del organismo. Es que los seres humanos (los seres vivos) no podemos ser analizados ni tratados por partes.
La atrosis de rodilla o de otras articulaciones, entonces no es el problema, sino el resultado de la alteración de una capacidad natural del sistema nervioso: la renovación y conservación de la forma. Eso habitualmente se debe a la actividad de campos interferentes.
Finalmente, la causa de la artrosis es una irritación del sistema nervioso mantenida por campos interferentes, que afecta la capacidad natural de renovación de células y tejidos, de reparación y de conservación de la forma. Tratar la artrosis de rodilla con cartílago, antiinflamatorios o cirugía, a nuestro juicio, es un error porque dichos tratamientos no apuntan a la causa sino a la consecuencia.