Dolor de cintura

DOLOR DE ESPALDA / DOLOR LUMBAR / CIÁTICA.

Escrito por el Dr. Pablo Rubén Koval, médico especialista en Medicina para la Autoorganización, Argentina.

El dolor persistente o recurrente de cintura o de espalda baja, que en medicina se conoce como dolor lumbar, lumbago o lumbalgia (son todos sinónimos) no siempre se debe a un problema en la columna. Es más, muy pocas veces ese tipo de dolor tiene como causa enfermedades de la columna. Por esto es común el fracaso de las cirugías y de los tratamientos kinesiológicos.

Ocurre que cuando una persona acude al médico con dolor lumbar, de cintura, el profesional le pide una radiografía y una resonancia, y a veces ese estudio muestra alteraciones morfológicas (picos de loro, osteofitos, artrosis, hernia discal, canal estrecho, etc.) que son interpretadas como la causa del dolor. Sin embargo, muchísima gente tiene esas mismas alteraciones morfológicas sin presentar jamás dolor de cintura, lumbago o lumbalgia. Esos cambios morfológicos son alteraciones que se producen porque el organismo no está renovando en forma adecuada sus estructuras, lo hace, pero no puede conservar la forma original porque hay factores (campos interferentes) que afectan su buen funcionamiento.

Muchas veces (la gran mayoría) el dolor de cintura tiene que ver con el aparato digestivo, con una operación de la vesícula biliar, con una cesárea, un parto o un aborto, con la operación de una hernia, con una muela mal ubicada o en mal estado, con una cirugía en un pie o con cualquier otra agresión sufrida por esa persona durante su vida. Esas áreas agredidas, que causaron irritación del sistema nervioso en su momento pero que continúan haciéndolo porque el organismo tiene memoria, se denominan campos interferentes.

De acuerdo a nuestra forma de entender el problema, el dolor representa el último eslabón de una cadena de al menos tres eslabones. Tratar el último eslabón de una cadena significa tratamiento sintomático, es decir solución temporaria sin resolución de la causa.

El segundo eslabón en esta cadena está representado por la formación de hueso en lugares anormales (osteofitos, picos de loro), y la presencia de edema en el área de salida del nervio a nivel vertebral que aumenta aún más su compresión, así como por contractura muscular disfuncional. Tratar este segundo eslabón con corticoides (cortisona) o relajantes musculares también es ofrecer un tratamiento que no va dirigido a la causa, es paliativo y no resuelve el problema.

El primer eslabón de la cadena suele ser un campo interferente en cualquier sitio del cuerpo que con el tiempo provoca cambios morfológicos en el hueso, disco o cartílago vertebral o, contractura muscular. El tratamiento de elección y, generalmente, curativo es el del campo interferente causal.