Columna lumbar

FRACASO DE LA CIRUGÍA

Escrito por el Dr. Pablo Rubén Koval, médico especialista en Medicina para la Autoorganización, Argentina.

Fracaso de la cirugía de columna

Se considera que la cirugía de columna ha fracasado cuando: 1) la cirugía no logra mejoría; 2) la cirugía empeora los síntomas y la discapacidad; 3) el alivio obtenido dura menos de cinco años.

En un estudio de resonancia magnética hecho en la población general, el 76% de las personas que no tenía síntomas en el momento del estudio presentó hernias discales en diferentes niveles. Estos sujetos fueron controlados durante 5 años y ninguno desarrolló ciática o dolor lumbar superando lo esperado en la población normal. Esto implica que el hecho de encontrar una o varias hernias discales en un paciente con dolor lumbar o lumbociática NO necesariamente significa que el dolor provenga de la hernia.

El fracaso de la cirugía se debe generalmente a que en el sitio operado no estaba la causa del dolor.

Para resolver el dolor vinculado con el fracaso de la cirugía de columna nuestro abordaje consiste en buscar la causa del dolor original, tema tratado en el capítulo sobre hernia de disco.

Las consecuencias de una nueva cirugía pueden ser catastróficas.

Hay que tener presente que el dolor, el hormigueo, etc., representan el último eslabón de una cadena de al menos tres eslabones. Tratar el último eslabón de una cadena significa tratamiento sintomático, es decir solución temporaria sin resolución de la causa.

El segundo eslabón en esta cadena está representado por el deterioro del tejido que forma el disco intervertebral permitiendo su ruptura y la salida del contenido (hernia) y por la contractura muscular regional. Tratar este segundo eslabón con corticoides (cortisona), cirugía o relajantes musculares también es ofrecer un tratamiento que no va dirigido a la causa, es paliativo y no resuelve el problema.

El primer eslabón de la cadena suele ser un campo interferente en cualquier sitio del cuerpo que con el tiempo provoca cambios morfológicos en el hueso, disco o cartílago vertebral o, cambios tónicos en los tejidos como contractura muscular, espasmo vascular, etc. El tratamiento de elección y generalmente curativo es el del campo interferente causal.