Herpes Zóster

Neuralgia Post-Herpética.

Escrito por el Dr. Pablo Rubén Koval, médico especialista en Medicina para la Autoorganización, Argentina.

Introducción

Cuando el organismo hace una infección de estas características con daño del sistema nervioso y dolor intolerable es porque hay un trastorno en su funcionamiento; el orden natural tendiente al estado de salud, por alguna razón se ha perdido. El dolor es una de las formas que el organismo posee para expresar un desequilibrio, una desarmonía, una pérdida del orden vital.

El herpes zóster y la neuralgia post-herpética representan el resultado de un proceso, no aparecen porque sí. El virus no es la causa, la causa radica en la debilidad del organismo; el virus aprovecha esa debilidad para reproducirse.

La debilidad del organismo suele ser la expresión, el emergente, de la sumatoria y/o interrelación de irritaciones sobre el sistema nervioso: cirugías, traumatismos, emociones fuertes, procesos inflamatorios o infecciosos acontecidos en el pasado (meses, años). Estas agresiones pueden actuar como campos interferentes.

Durante la vida se acumulan este tipo de irritaciones, el organismo las va compensando hasta que un problema emocional, el estrés, otra enfermedad, un traumatismo o un tratamiento agresivo (corticoide, quimioterapia, radioterapia, cirugía, laparoscopía) actúa como desencadenante en un sistema sobrecargado por otras irritaciones y... aparece la enfermedad. Por eso decimos que es resultado de un proceso.

Descripción

El herpes zóster se manifiesta con lesiones en la piel y dolor. Dichas lesiones son el resultado de la inflamación y daño de una raíz nerviosa (a veces más de una)provocado por el virus varicela-zóster. Puede afectarse cualquier área del cuerpo desde la cabeza y cara hasta la pierna y pie, generalmente de un solo lado. El dolor suele ser intolerable. Puede alterar profundamente la calidad de vida de la persona.

Como señalamos antes, aparece cuando puede (debilidad del organismo) y donde puede (en un área del cuerpo que generalmente ha sufrido un daño o irritación -traumatismo, cirugía, infección- meses o años atrás). Ver fotos.

Dolor persistente

Cuando el dolor persiste una vez curadas las lesiones cutáneas puede decirse que estamos frente al cuadro de neuralgia postherpética, es decir, un daño más importante del sistema nervioso.

El dolor suele ser intenso, a veces quemante, con extrema sensibilidad en las áreas afectadas, estímulos habitualmente no dolorosos pueden causar dolor, se perciben sensaciones desagradables como hormigueo, picazón, adormecimiento, ardor, etc.

El gran estado de irritación del sistema nervioso provoca a su vez, en forma refleja, contractura y dolor muscular, que se convierte en una muy importante fuente de dolor. Además pueden aparecer trastornos viscerales, insomnio y depresión.

Otras consideraciones

La persona que padece neuralgia postherpética en general no entiende qué le pasa. Siente dolor intolerable y sensaciones intensamente desagradables en la zona de la piel afectada pero allí sólo quedan cicatrices. La familia generalmente tampoco entiende y cree, a veces, que la persona enferma está exagerando.

Herpes zóster y el ojo

La lesión del ojo puede causar trastornos importantes, incluso ceguera. Una lesión herpética en la punta de la nariz puede ser signo de peligro para el ojo. El tratamiento debe ser rápido y adecuado. Los antibióticos antivirales carecen de utilidad. El dolor en el ojo puede deberse a la propia lesión herpética o a la contractura muscular refleja asociada.

Culebrilla y curanderas

Por el aspecto de las lesiones la cultura popular le ha puesto el nombre de "culebrilla" . Ante el desconocimiento de muchos médicos acerca de la forma de tratar este dolor, la gente recurre a la curandera que aplica tinta china u otros elementos. Esto sólo retrasa el momento del tratamiento adecuado.

Tratamiento

El dolor debería controlarse lo antes posible. El retraso en el inicio del tratamiento del dolor puede traducirse en una temida complicación, la neuralgia postherpéticay en el caso del ojo, en la pérdida de la visión.

El tratamiento debería estar dirigido a la causa. Hay que tener presente que la causa es la que condujo a que el organismo se debilitara. La causa no es el virus. El virus es simplemente un oportunista. El tratamiento de la enfermedad y del dolor tiene que estar orientado a restablecer la capacidad de defensa, reparación y autoorganización del organismo. Es también la forma adecuada de cuidar al ojo. La medicina para la autoorganización mediante terapia neural o modulación neuromuscular permite resolver problemas tan complejos como éste. La odontología neurofocal también es parte integrante de este nuevo concepto médico. Los antibióticos antivirales actúan contra el virus pero no resuelven la causa. Los procedimientos quirúrgicos para el tratamiento del dolor, en realidad, pueden provocar más dolor. El tratamiento del dolor en estos casos no es una tarea sencilla, debe estar a cargo de un médico especializado y con experiencia en el manejo de este problema.

Problemas de salud persistentes o recurrentes 
Campos interferentes

Los campos interferentes ejercen estímulos fuertes sobre el sistema nervioso y pueden dar lugar al establecimiento de problemas de salud persistentes o recurrentes en cualquier parte del organismo. En la misma persona pueden coexistir varios campos interferentes. La medicina clásica no reconoce su existencia.

Los campos interferentes pueden haberse desarrollado en donde, en algún momento de la vida de la persona, hubo: 
> un proceso inflamatorio o infeccioso: amígdalas (faringitis, anginas, difteria, mononucleosis, escarlatina); adenoides; senos de la cara (sinusitis); oídos (otitis);sistema nervioso central (meningitis, encefalitis); hígado (hepatitis); vesícula; páncreas; pulmón; bronquios; estómago; intestino; apéndice; riñón; vejiga (cistitis);próstata; pene (venéreas); ovarios; útero; vagina (infecciones); abscesos; úlceras; etc. 
> una cicatriz por cirugía o herida en piel, mucosa, músculo, víscera, tendón o hueso (fractura). 
> un traumatismo (golpe, caída, agresión física)
> problemas odontológicos: cicatrices de extracciones; una pieza desvitalizada (conducto); compromiso de la pulpa dentaria (nervio) por un arreglo profundo; granuloma; infecciones óseas residuales; quistes; odontomas; procesos inflamatorios o infecciosos presentes o pasados: periodontitis, bolsas gingivales; piezas en posición anómala, retenidas, semi-retenidas, desplazadas o inclinadas; muelas de juicio sanas sin espacio propio o en contacto con el canal del nervio mandibular; piezas embrionarias; restos de raíces; piezas utilizadas como pilares de puentes; metales (implantes, pernos, amalgamas, ganchos, prótesis); endodoncias con sobreobturación del material de relleno que irritan el hueso subyacente; ortodoncia en adultos y trastornos oclusivos (mordida). 
> la memoria corporal de una carga afectiva, emocional o daño psicológico (estrés, pérdida, abuso sexual, tortura, etc.).
> un cuerpo extraño (metal, vidrio, hilo de sutura, talco de los guantes, etc.).

Una vez eliminados los estímulos nocivos provenientes de campos interferentes, las funciones corporales recuperan su normalidad y el organismo inicia su proceso de curación. Muchas veces los cambios son rápidos.

Nuestra tarea es encontrar el origen de la irritación del sistema nervioso y resolverla. El organismo se encargará de su propia curación.