Psicosis y piezas dentales.

16.01.2018

Queremos compartir con vosotros un caso clínico psiquiátrico del Dr. Ernest Adler, estomatólogo, que invita a la reflexión.

"PACIENTE: Sr. F. 60 años (enviado por el Dr. Reventós).

ANAMNESIS: Muy corta. El paciente debía ser ingresado en un centro psiquiátrico de Lloret de Mar a causa de su avanzada psicosis que se resistía a cualquier terapia. EL famoso Dr. Reventós, especialista en enfermedades de pulmón y que a veces estaba de espectador con nosotros recomendó a la familia que nos presentase primero al enfermo a nosotros a pesar de que ya tenia su diagnóstico odontológico: "Normal, todo perfecto" (De este diagnóstico odontológico nos enteramos más tarde).

La exploración clínica de la cavidad bucal solamente mostraba algunos puentes en el Maxilar e inferior así como algunos dientes de espiga.

Amígdalas y espacio faríngeo podían considerarse patológicos, un estado, que en el caso de personas no fumadoras puede manifestarse como un indicio de alteraciones patológicas de la cavidad bucal.

ESTADO DE LA RADIOGRAFÍA DENTAL: mostramos solamente algunas. Casi todos los soportes de puente, nueve, con alteraciones apicales patológicas. Vemos además la enorme responsabilidad que adquiere el estomatólogo que da como normal el resultado del reconocimiento, porque él ha confeccionado los puentes.

TERAPIA: Considerando la gravedad de la enfermedad, nos decidimos a extraer en una sola sesión todos los dientes desvitalizados, tanto en el Maxilar como en el inferior para evitar una provocación. Tras la inyección de Dolantín y anestesia local se eliminaron todos los dientes desvitalizados y se vaciaron las zonas óseas patológicas.

Y ahora viene lo increíble, cuando las 9 hecatombes se encontraban sobre la mesa de operaciones, el paciente curó de su psicosis, a pesar de la leve anestesia que a él no le hizo mucho efecto al estar habituado a fármacos de todo tipo.

Una de las causas secundarias, que nadie advirtió, consistía en que el paciente padecía constantemente fuertes dolores de cabeza, que ya desaparecieron con la anestesia local y que no volvieron al igual que la psicosis (periodo de observación 12 años).

En lugar de hacer largos comentarios preguntaremos: ¿Qué hubiera sido de este paciente si hubiese sido ingresado en un psiquiátrico, en lugar de seguir el consejo de un viejo y experimentado médico? Y que hubiera podido hacer el psiquiatra sí ya tenia el diagnóstico: "Dentadura normal". Sobran los comentarios, pero, habrá que pensar si uno es honrado.

Tampoco nos sirve la replica: "Bueno, quizá el diagnóstico de la enfermedad estaba equivocado", o algo parecido, es aplicable en este caso, porque se trataba de un paciente muy adinerado, cuya familia, para curarle, lo probó todo, en el mismo país y en el extranjero.

Cuando vemos al ex-paciente después de 12 años, no solo libre de sus molestias psíquicas sino rejuvenecido en años, entonces podemos establecerse el valor real de esta terapia, y debemos volver a llamar la atención sobre la responsabilidad de los diagnósticos que pronostican la "normalidad".