Dolor orofacial derecho

10.10.2022

Paciente que acude a nuestra clínica por un dolor en la 2º rama del nervio trigemino.

El dolor comienza a los 3 meses de realizarse una endodoncia en el diente 1.6 (muela superior). Tras el dolor insoportable la paciente vuelve a su odontólogo, realiza la pertinente exploración intraoral y dos pruebas complementarias (rx periapical y ortopantomografía) sin apreciar ninguna patología relevante la deriva al neurólogo.

1º SESION (22-9-2022):  Una vez en nuestra la clínica la tratamos con Terapia Neural en la 2º rama del nervio trigémino con una mejora del 50% por tres días, luego vuelve a tener molestias similares.

Ante esta evolución solicito a la paciente un Tac dental (CBCT) (Imagen 1).

Una vez visto el tac se aprecia una comunicación oro-sinusal (infección del seno maxilar derecho por material de obturación endodóntico). Este material viajó al seno y provocó la infección y como resultado dolor oro-facial derecho.

Le mandamos antibiótico Tavanic 500 1/12 horas durante 7 días.

2º SESION (10-10-2022): No realizamos ningún tratamiento, la paciente nos comunica que ha ido a visitar un maxilo- facial y en una semana le harán un drenaje del seno y extracción de dicha pieza dental.


Nota: En este caso vemos cómo en algunas ocasiones algún tratamiento dental puede afectar a zonas adyacentes del área-bucodental.

    El odontólogo hizo su procedimiento, que está marcado dentro del cuadro de actuación odontológico.  Considero que se debería de haber pedido un tac a la paciente porque el dolor no remitía con ningún tratamiento. Si la paciente no hubiera venido a nuestra clínica y le pedimos un tac, el odontólogo con toda su buena intención, le hubiera hecho un retratamiento de canal y no quiero imaginar lo que hubiera pasado. Además, si yo hubiera continuado tratando ese dolor como neuralgia del trigémino y no le hubiera solicitado un tac, también hubiera podido empeorar su cuadro clínico de dolor.

    El problema de la endodoncia es que en algunos casos es muy difícil desinfectar los conductos radiculares en molares, sobretodo en los conductos accesorios. Y es que el hipoclorito de sodio sólo puede desinfectar el 50% de los conductos, el resto lo hace el propio organismo. Si ese organismo (el propio sistema inmune del paciente) está alterado por estados anímicos problemáticos, cirugías anteriores, enfermedades sistemáticas subyacentes, etc. Este sistema no tendrá la misma capacidad de regulación y protección que otro sistema inmune con la mitad de alteraciones antes mencionadas. Con lo cual, el odontólogo puede realizar la mejor endodoncia y ver que todo esta correcto, pero si después el sistema nervioso neurovegetativo no acompaña a ese tratamiento dental, la endodoncia fallará.

    Como fisioterapeuta, osteópata y en breve odontólogo, observo con asombro cómo la odontología no menciona el componente neural (irritación o inflamación del nervio) causado por piezas dentales y sobretodo a nivel muscular. Todo ello puede alterar el nervio Trigémino, que tiene inervaciones a cuello, hombros y sobretodo el área bucodental. Si dicho nervio se inflama no se va ver en una radiografía o tac.

    Es decir,  que el paciente puede tener una muela del juicio, puentes, endodoncias, contracturas musculares y no dar sintomatología local, pero sí a distancia.


Imagen 1: TAC

Imagen 2: Ortopantomografía