Dolor lumbar y suelo pélvico.

09.11.2017

Caso clínico 16 septiembre de 2017.

Varón de 35 años acude a nuestra Clínica por un dolor muy intenso que sufre en la parte posterior de la pierna derecha. Su sintomatología tenía ya 2 años de evolución y las pruebas complementarias revelaban que tenía dos protusiones discales lumbares en L4 y L5, y L5 y S1. Para nosotros las radiografías o resonancias magnéticas son pruebas que nos aportan información pero nunca reflejan la causa de un problema o dolor. Buscamos el origen de esa sintomatología, averiguando las primeras irritaciones sobre el sistema nervioso vegetativo, para así descubrir por qué se formaron esas hernias discales.

El sistema nervioso vegetativo posee dos funciones básicas naturales, que permiten la vida y la conservación de la salud, esas funciones son el tono (lo funcional) y el trofismo (renovación, conservación y reparación de células, tejidos y órganos). La mayoría de trastornos patológicos descritos en la literatura médica clásica se pueden definir como trastornos tónicos, trópifos o tónicos y tróficos.

En la historia de vida de los pacientes siempre somos muy minuciosos, todos los detalles importan, hasta el más mínimo detalle puede ser crucial. En la primera sesión le tratamos la zona lumbar y amígdalas con Terapia Neural. En la segunda sesión, 10 días después, el paciente nos comunica que el dolor no ha disminuido y que sigue igual. Esta "no mejoría" nos hace replantearnos el diagnóstico, y buscar otros campos interferentes distintos a los tratados. Por ello le realizamos un cuestionario un poco más exhaustivo, ahondando en temas personales, que a priori a los pacientes no les gusta contar. Nos confesó que hace unos años tuvo una relación con una chica muy traumática y tóxica, con una separación muy dolorosa. A partir de ese momento y durante dos años tuvo problemas en sus relaciones sexuales, con un cuadro intermitente de disfunción eréctil, lo que le hizo tener miedo a relacionarse con mujeres.(Queremos recalcar que cualquier hecho traumático afecta a nuestro ser y por tanto a nuestra salud). Esta información fue vital para nosotros, y nos llevó a tratar el área suprapúbica (suelo pélvico) con Terapia Neural.

Al día siguiente el paciente acudió a la clínica para comentarnos que se encontraba muy relajado, se sentía otra persona. Como su cuerpo estaba reajustándose por sí solo, decidimos esperar a ver su evolución antes de volverlo a tratar. Después de mes y medio el paciente nos comunicó que su dolor lumbar y en la pierna había remitido por completo y que además se sentía ilusionado para conocer chicas y decidido a llevar a cabo sus propósitos tomando decisiones que llevaba tiempo posponiendo.

Es muy común que cuando sucede un estímulo intenso por un trauma emocional éste provoque un campo interferente en el sistema nervioso en una parte de su cuerpo. Al tratar la zona suprapúbica con Terapia Neural modificamos los circuitos autorreguladores del sistema nervioso que habían dejado de ser biológicamente económicos (trabajar a pleno rendimiento) por dicho trauma.En este caso fue toda su área suprapúbica, el área depende de cada persona, ya que cada uno siente de una forma distinta, somos seres singulares.