Cervicalgia y ganglio estrellado.

10.01.2018

2/12/2017.   Paciente de 40 años de edad acude al hospital por una cervicalgia y dorsalgia izquierda tras sufrir un accidente de tráfico el día 3 de noviembre de 2017. En el hospital le suministraron una inyección intramuscular de Nolotil 0,4g/ml y Enantyum 50mg/2ml por el fuerte dolor que padecía. En el momento de la aplicación de la inyección en el glúteo derecho de la paciente, ésta sintió un gran dolor en dicha zona que irradiaba hasta la parte posterior de la pierna (dolor tipo ciático). Nos comentó que la enfermera utilizó la misma jeringuilla para aplicar ambos productos y que desde ese día el dolor en la zona del glúteo no había desaparecido. La paciente se sentía limitada ya que no podía realizar ejercicio físico con regularidad y sentía dolor constante tanto en el glúteo como en parte del cuadrado lumbar.

La paciente acudió a nuestra clínica recomendada por una amiga. Tras una exhaustiva historia de vida, anotamos como antecedentes personales: legrado en el año 2000, además de un aborto y depresión. Diversas cervicalgias. En el año 2003 sufrió una tiroidectomía y en el año 2009 exeresis de ganglión de muñeca izquierda. En la ortopantografía dental apreciamos una endodoncia en el cuadrante 4 con posible lesión periapical que hacía de puente. Además de la presencia de un implante en la pieza 14 y otra endodoncia en el cuadrante 3. La paciente también nos comentó que la exodoncia de la pieza 48 (muela del juicio inferior) fue muy traumática para ella. Para finalizar nos contó que con 10 años sufrió la rotura de la pieza 21. En su historia de vida apuntamos como posibles campos interferentes: área ginecológica y urinaria, cicatriz de Tiroidectomía, cicatriz de ganglión de muñeca y zona bucodental.

TRATAMIENTO

PRIMERA SESIÓN: Se trató la cicatriz de tiroidectomía y zona suprapúbica con terapia neural. La paciente sintió alivio parcial de la sintomatología.

SEGUNDA SESIÓN: A la semana siguiente la paciente nos comunicó que sentía cierta mejoría pero que sin embargo, el dolor del glúteo y del cuadrado lumbar continuaba con la misma intensidad. Realizamos el mismo tratamiento que en la primera sesión pero además tratamos mediante modulación neuromuscular  el cuadrado lumbar. La paciente sintió un alivio del 70%.

TERCERA SESIÓN: 4 días después la paciente acudió a nuestra clínica con una cervicalgia aguda, sentía un dolor muy punzante e intenso. La tratamos con modulación neuromuscular en zona cervical y puntos gatillo con terapia neural en el trapecio izquierdo. La paciente nos dijo que se sentía mucho mejor.

CUARTA SESIÓN: Una semana después la paciente continuaba con molestias en glúteo y cuello. Estos síntomas nos están avisando de que todavía el origen y causante de su dolor no ha sido identificado y tratado. Por esta razón, revisamos de nuevo su historia de vida y en esta ocasión decidimos tratar el ganglio estrellado izquierdo (cervicalgias, tiroides, depresión...)  con terapia neural. La paciente sintió un gran alivio en glúteo y cuello. Al día siguiente la paciente nos comunicó que estaba totalmente asintomática. A día de hoy han pasado 12 días y la paciente continúa asintomática.

Nota: En la tercera sesión hubo un salto de campo que en un principio no supimos interpretar (su cervicalgia, contractura en músculos esplenio del cuello). Cuando tras una sesión de Terapia Neural el paciente sufre de nuevo alguna sintomatología que ya sufrió previamente en el pasado, hablamos de salto de campo. Este hecho forma parte del proceso de recuperación del paciente y nos dice que ya hemos tratado y resuelto campos interferentes en el organismo del paciente pero que sin embargo todavía quedan algunos pendientes por tratar. Los saltos de campo son muy importantes, nos están guiando, sobre todo cuando la patología no se está resolviendo. En el caso personal de esta paciente, el ganglio estrellado no estaba permitiendo que los circuitos autoorganizadores fuesen biológicamente económicos y por ello el propio organismo no era capaz de autosanarse. Una vez tratado este ganglio, su organismo recuperó la normalidad de dichos circuitos y por ello la paciente quedó asintomática.