Cefaleas y caso clínico.

01.12.2017

A continuación os dejamos con un texto sobre Cefaleas, donde veremos la relación entre esta patología y los terceros molares,  escrito por el Dr. Pablo Rubén Koval, Médico Anestesiólogo, especialista en Terapia Neural.

La migraña o jaqueca, la cefalea en acúmulos o cluster, la hemicránea paroxística y otras cefaleas son nombres que no hacen más que marcar diferencias sutiles pero que sólo muestran un aspecto del problema, de escaso valor. Esos diagnósticos sólo ponen en evidencia una disfunción o pérdida de la capacidad reguladora del sistema nervioso respecto de las funciones tónico-tróficas que mantienen al organismo sano. En general estas cefaleas representan el resultado de un proceso, es decir, no tienen identidad propia sino que constituyen la manifestación clínica de una serie de acontecimientos ocurridos en la historia de vida singular de la persona enferma.

El dolor es una de las formas que el organismo posee para expresar un desequilibrio, una desarmonía, una pérdida del orden vital. Cuando una parte del organismo duele es porque hay un trastorno en su funcionamiento; el orden natural tendiente al estado de salud, por alguna razón, se ha perdido.

Descartadas las causas orgánicas: tumores, aneurismas, etc. La búsqueda debería orientarse hacia campos interferentes de acuerdo a la historia de vida de ese ser singular. La clasificación de las cefaleas de acuerdo a parámetros como modo de comienzo, área involucrada, presencia o no de otras manifestaciones (aura) previas a la cefalea sólo conduce a la utilización de diferentes fármacos o a tratamientos psico-conductuales. De hecho los medicamentos para la cefalea persistente o recurrente son a la larga, sumamente tóxicos. Un campo interferente puede causar dolor de cabeza, en forma directa. O bien generar contractura muscular disfuncional con la consiguiente rectificación cervical; artrosis, hernia discal y en consecuencia, cefaleas. El tratamiento de elección y, generalmente curativo, es el del campo o foco interferente vinculado.

Caso clínico.

Situación frecuente.

Primer correo de la paciente. "Dr Koval: El motivo de mi consulta se debe a que desde el año pasado comencé con un dolor de cabeza del lado izquierdo de la oreja hasta el cuello, En un principio pensé que era un mal movimiento en clase de gimnasia y la dejé. Después fui a masajes y me recomendaron pilates. Pero al otro día estoy de cama. En el último tiempo el dolor se volvió más persistente A veces me despierto con la cabeza embotada o con el cuerpo helado. Consulté a neurología, me sacaron radiografía de la cabeza y ahora estoy esperando un turno para una computada. Fui siempre una persona en general sana Tomo pastillas para la hipertensión leve. Tengo 67 años."

La prueba en el molar impactado 18, produjo la desaparición de puntos gatillo palpables en ambos músculos trapecios, y sensación general de alivio. Indiqué la exodoncia de esa pieza.

Segundo correo: "Dr. Me demore un poco en contestarle porque se complicó un poco. Inmediatamente de su consulta trate de comunicarme con el cirujano que Ud. me indico pero no lo pude ubicar. Pedí un turno con otros odontólogos cirujanos. Me dijeron que era una operación con cierto riesgo, que no veían que esa muela causara trastorno. También como me indicaron hice la consulta con estomatólogo que opinó lo mismo. Hoy me encuentro ante esta disyuntiva sin saber qué hacer. No imaginé esta complicación. Espero una respuesta suya. Atte."

Mi respuesta: "Señora, el problema es que el odontólogo en general no sabe que si bien esa muela puede no molestar en la boca, sí lo hace a distancia. Le aconsejo volver a llamar al cirujano que le recomendé. Si Ud tiene dudas podemos hacer la prueba nuevamente."