Cables cruzados. Dolor orofacial derecho con causa en molar 38.
Paciente de 55 años acude por dolor persistente en zona mandibular derecha de 4 meses de evolución.
Antecedentes: apendicectomía a los 14 años. Cesárea a los 24 años. Exodoncias de los cordales 18+48+28 a los 35 años. Accidente de tráfico con fx maléolo externo derecho con artrodesis a los 45 años.
Campos interferentes: Cicatriz de apendicectomía y cesárea. Exodoncias de los cordales y cicatriz del pie derecho por artrodesis.
Primera sesión: Tratamos las cicatrices de cesárea y apendicectomía, con una mejoría importante. Durante tres días desaparece el dolor orofacial derecho.
Segunda sesión:Volvemos a tratar los mismos campos interferentes de la 1a sesión y añadimos la cicatriz de artrodesis del pie derecho. En ese mismo momento, al tratar la cicatriz del pie la paciente refiere un dolor intenso y quemazón en mandíbula izq. tercera rama del trigémino. Esta reacción la interpreto como un salto de campo y le recomendamos la exodoncia del tercer molar 38 (muela del juicio).
Tercera sesión: La paciente acude a consulta tras varios días después de la exodoncia. Está asintomática para su incredulidad y la del cirujano maxilofacial, ya que no pensaban que la exodoncia de una pieza en la mandíbula izquierda pudiera estar repercutiendo en su dolor orofacial derecho. Sólo tratamos la cicatriz de la exodoncia. Después de 3 meses en contacto telefónico la paciente nos comunica que sigue sin dolor alguno.
Nota: En este caso la pieza 38 se estaba comportando como una irritación inicial muchos años atrás, seguramente desde que la paciente era una adolescente. Hay que tener en cuenta que el sistema nervioso no entiende de relaciones anatómicas, es decir, una pieza izq. no tiene porqué sólo afectar a la parte izq., puede darse el caso de que el paciente tenga los "cables cruzados" y esté afectando a la parte derecha, todo es posible. El sistema nervioso tampoco entiende de relaciones fijas e inamovibles entre piezas dentales y partes u órganos del cuerpo humano. Éste hecho no se asemeja a la realidad, ya que de ser así, estaríamos dividiendo al sistema nervioso en partes cuando éste es una unidad indivisible y singular.