¿Dolor crónico o dolor persistente?

19.06.2017

Hoy os traemos un extracto del libro "Mecanicismo. Medicina clásica Terapia Neural", escrito por el Dr. Pablo Koval, donde profundiza en el tema del dolor y cómo tratarlo, pero sobre todo, calificarlo.

"A diferencia del pensamiento médico clásico, a través de la Terapia Neural podemos resolver los problemas de dolor crónico desde su causa, y por esa razón no lo llamo crónico, sino persistente.

¿Por qué razón la Terapia Neural alivia o resuelve el dolor de cualquier naturaleza y tiempo de persistencia, a veces, en forma inmediata? Porque resuelve la causa que provoca la desarmonía general generadora de diferentes dolores y de otros problemas de salud. El dolor es consecuencia de un desorden biológico. El desorden biológico, su causa. ¿Qué ocurre entonces si sólo se trata el dolor y no el desorden biológico? Ocurre que el dolor se transforma en crónico y la enfermedad se complejiza.

Más allá del tiempo de reparación natural del proceso agudo, el síntoma dolor debería entenderse dentro de la categoría de dolor persistente o recurrente. Dicho de otro modo, el sistema nervioso de la persona afectada, como consecuencia de la irritación causada por el estímulo vinculado con el dolor agudo inicial, adquiere una condición diferente caracterizada por modificación de las relaciones interneuronales, y cambios en los circuitos de autoorganización. O sea que, una vez transcurrido el tiempo natural de reparación, si el dolor persiste, de acuerdo con la Teoría General presentada anteriormente, debería pensarse en un proceso distónico-distrófico activo bajo la influencia de campos interferentes y debería actuarse en consecuencia, procurando facilitar la autoorganización biológicamente económica mediante Terapia Neural. Continuar en esas circunstancias con la administración de fármacos analgésicos-antiinflamatorios u opiáceos carece de sentido, pues dicha medicación no resuelve la causa sino que sólo es una forma de paliación de síntomas.

El dolor persistente o recurrente también puede aparecer sin el antecedente de un dolor agudo (esto no es aceptado por la Medicina Clásica) y representar la expresión del desequilibrio causado por irritaciones previas no dolorosas. Es muy posible que el estímulo irritativo, doloroso o no, constituya un "segundo golpe" en un sistema nervioso ya distónico-distrófico como consecuencia de irritaciones ocurridas meses o años atrás